¿Cómo cuidar de mi manualidad decorativa de musgo preservado?

Los cuadros u otras manualidades decorativas de musgo preservado son una excelente manera de darle vida a tu espacio sin tener que lidiar con las complicaciones de plantas vivas. Pero como todo en la vida, requieren algo de atención para que mantengan su aspecto fresco y natural. 

Si no sabes por dónde empezar, tranquilo, que aquí te dejo los consejos esenciales para que tu musgo preservado siga luciendo espectacular.

Guía para Principiantes sobre el Cuidado de los Musgos Preservados

Tu musgo puede durar años, solo hay que saber cómo cuidarlo. Te lo cuento todo aquí.

1. El lugar adecuado es clave

Este tipo de decoración solo debe estar en interiores, punto. No lo pongas ni en la terraza ni en el jardín. El musgo preservado es muy sensible al clima, y si lo dejas fuera, el sol o la lluvia lo van a destrozar en nada. Así que, manténlo como elemento decorativo de interiores, donde pueda seguir luciendo genial.

2. ¡No lo riegues, por favor!

Sé que te gustan las plantas y lo primero que te viene a la cabeza es: “¡Lo riego!”. Pero, ¡stop! El musgo preservado no necesita agua. De hecho, si lo riegas, podrías arruinarlo. La conservación del musgo se hace con un tratamiento especial que lo mantiene intacto sin humedad. Así que olvídate de las regaderas.

3. Cuidado con la luz directa

El sol es un enemigo silencioso para el musgo preservado, así que, nunca debe exponerse a la luz solar directa. Lo mejor es colocar tu cuadro en un lugar con luz natural indirecta. No lo pongas cerca de ventanas donde reciba luz directa por horas. El sol puede decolorarlo y resecarlo.

4. No lo toques todo el tiempo

Puede ser tentador tocarlo, lo sé. Y seguro que tus visitas también querrán hacerlo. Pero ten en cuenta que el contacto frecuente deteriora la textura y apariencia del musgo. Trátalo como una obra de arte (lo que en verdad lo es): disfrútalo con la vista, pero evitando manosearlo.

5. Cuidado con el calor

Manténlo alejado de cualquier fuente directa de calor. Radiadores, estufas, chimeneas... Si lo pones cerca de algo que dé calor, en poco tiempo se secará, perderá color y acabará pareciendo cualquier cosa menos una planta. 

6. Evita la humedad en exceso

Aunque no necesita agua, el musgo preservado tampoco tolera ambientes demasiado húmedos. Asegúrate de que no se encuentre en lugares con alta humedad, como baños con ducha por ejemplo. La humedad puede hacer que el musgo se deteriore y pierda su forma.

7. Limpieza ligera 

Limpiar el musgo es fácil. Solo necesitas un plumero o una brocha suave para eliminar el polvo que se acumula sobre él. Hazlo con cuidado y verás cómo se mantiene impecable.

Yo tengo mis cuadros desde hace 2 años aproximadamente, desde que nació Rauha y, sinceramente, aún no he tenido que limpiarlos. Ni siquiera se nota el polvo todavía.

Cuidar de tu cuadro de musgo preservado no es difícil, solo requiere un poco de atención a los detalles. Con estos simples pasos, tu cuadro decorativo de musgo puede durar años.

Recuerda: el musgo preservado es una pieza única, y cuidar de ella es una forma de asegurarte de que tu inversión en estilo y naturaleza siga dando vida a tu espacio.