Cómo preservar musgo y no morir en el intento
¡Eh, tú! Sí, tú, el que está soñando con llevar un pedazo del bosque a tu casa sin desatar controversias ecológicas o enfrentarse a la ira de Greta Thunberg. Hoy vamos a hablar de cómo puedes tener tu propio trozo de naturaleza (léase musgo) en casa, preservado, bonito y sin que por ello te caiga una maldición ecológica.
Antes de nada, un momentito de sinceridad: si piensas que preservar musgo es sacarlo de su hábitat natural como quien agarra caramelos de una tienda, te equivocas. Aquí no hacemos eso. ¿Estamos? Bien, pasemos a la acción.
Cómo hacer musgo preservado
Paso 1: Conseguir musgo
Primero lo primero: es necesario musgo. Pero no vale ese musgo que te encuentras en el parque y decides adoptar porque sí. Habla con proveedores que tengan musgo de cultivo. Que sí, que existen. O recolecta de tu propio jardín (si tienes la suerte de tener musgo a mano). Esto no es como comprar perejil, amigos. Se trata de ser responsables.
Paso 2. Limpieza y selección
Una vez lo tengas, el musgo se limpia para eliminar impurezas como tierra, hojas y pequeñas ramas. También se seleccionan las mejores porciones del musgo, descartando las partes dañadas o que no cumplen con los estándares de calidad.
Paso 3: Preparación de la solución preservante
Para preservar el musgo, es necesario preparar una solución especial compuesta por:
- Agua destilada.
- Glicerina (lo venden en cualquier farmacia o tiendas de cosmética natural).
- Colorantes alimentarios (no solo por ser más cool, es necesario).
La mezcla exacta puede variar, pero una buena regla general es usar dos partes de agua caliente (sin llegar a hervir) por una parte de glicerina.
Y por último agrega el colorante (en el mercado es común encontrar colorantes azul y amarillo, por lo que tendrás que mezclar hasta encontrar en tono perfecto).
Es importante mencionar que, si bien la glicerina es excelente para mantener el musgo suave y flexible, tiene un inconveniente: no es retardante de fuego, e incluso podría hacer que el musgo sea más inflamable. Esto no debería ser un problema para pequeños proyectos decorativos, pero si planeas hacer algo más ambicioso, como una pared entera de musgo, deberías considerar la opción de preservarlo con sal, ya que lo hará naturalmente más seguro frente al fuego.
Elegir el método adecuado dependerá del tipo de proyecto que tengas en mente y de tus prioridades en términos de seguridad.
Paso 4: Proceso de inmersión
Una vez preparada la solución, el siguiente paso es sumergir el musgo completamente en ella, asegurándose de que quede totalmente cubierto. Esta inmersión debe durar aproximadamente 48 horas. Este proceso es crucial para que el musgo absorba adecuadamente la solución y se preserve de manera efectiva.
Paso 5: Secado del musgo
Una vez completado el tiempo de inmersión, es esencial retirar el musgo de la solución con cuidado. Antes de proceder al secado, es importante estrujar delicadamente el musgo para eliminar el exceso de líquido, haciendo este paso con suavidad para no dañar su estructura. Este proceso ayuda a asegurar que el musgo pueda secarse de manera más eficiente y uniforme.
Después de estrujar el musgo, debe colocarse en un área sombreada para su secado. La elección de un lugar sin exposición directa al sol es crucial, ya que los rayos solares pueden afectar negativamente el proceso de preservación, alterando tanto el color como la textura del musgo. Se recomienda permitir que el musgo se seque de manera natural, evitando el uso de secadores o microondas, para preservar su calidad y asegurar una deshidratación natural.
Este cuidado en el secado es fundamental para mantener la integridad y la belleza natural del musgo, permitiendo que se conserve en óptimas condiciones para su uso en decoraciones y proyectos creativos.
Paso 6: Uso del musgo preservado
Una vez seco, el musgo está listo para ser utilizado en diversos proyectos creativos, desde la creación de cuadros vivos hasta una mini selva en tu salón,lo que sea. Desata esa creatividad.
En conclusión, aunque el proceso de preservar musgo puede parecer una aventura emocionante y una manera de traer un pedazo de la naturaleza a nuestros espacios, es fundamental reconocer los desafíos y responsabilidades que conlleva. No se trata solo de capturar la belleza de estos seres vivos, sino de hacerlo de una manera que respete su existencia y el ecosistema del cual forman parte.
En nuestro negocio, reconocemos estos desafíos y, por eso, optamos por trabajar exclusivamente con proveedores que no solo dominan este arte, sino que también comparten nuestro compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad ecológica.
Estos proveedores han sido cuidadosamente seleccionados por su experiencia, su ética de cultivo y su capacidad para preservar musgo de manera que asegure su belleza y vitalidad por muchos años.
Al elegirnos, nuestros clientes tienen la seguridad de que están adornando sus espacios con productos que son bellos, duraderos y, sobre todo, amigables con el planeta.
Si te gusta la idea de tener un rincón verde sin convertirte en esclavo de la regadera, te lo pongo fácil: musgo ya preservado. Perfecto para quien quiere más verde con menos drama. ¿Quieres un pedazo de naturaleza sin tener que preservar? Elije tus musgos reales preservados, y ponle ese toque salvaje a tu espacio. ¡Así de simple, así de genial!